Hay
momentos en la vida en los que
alguien te hace una
pregunta y no sabes qué responder.
Esos momentos podrían ser
tan frustrantes como aquellos en los
que uno mismo tiene
una pregunta y no encuentra la
respuesta. La Biblia Hebrea cuenta de
momentos como estos, y hoy
vamos a hablar de uno de
ellos. Esto ocurrió en la
época del rey Saúl, el primer
rey de los israelitas. Como profesor de Hebreo
Bíblico, siempre les enseño a
mis alumnos que este
rey se caracterizó por la
vida trágica que tuvo.
Vamos a ver qué le ocurrió
los últimos días de su vida,
según se menciona en Samuel 28:3-7:
" וּשְׁמוּאֵל
מֵת--וַיִּסְפְּדוּ-לוֹ כָּל-יִשְׂרָאֵל, וַיִּקְבְּרֻהוּ בָרָמָה וּבְעִירוֹ;
וְשָׁאוּל, הֵסִיר הָאֹבוֹת וְאֶת-הַיִּדְּעֹנִים--מֵהָאָרֶץ. ַיִּקָּבְצוּ
פְלִשְׁתִּים, וַיָּבֹאוּ וַיַּחֲנוּ בְשׁוּנֵם; וַיִּקְבֹּץ שָׁאוּל
אֶת-כָּל-יִשְׂרָאֵל, וַיַּחֲנוּ בַּגִּלְבֹּעַ. וַיַּרְא שָׁאוּל, אֶת-מַחֲנֵה
פְלִשְׁתִּים; וַיִּרָא, וַיֶּחֱרַד לִבּוֹ מְאֹד. וַיִּשְׁאַל שָׁאוּל בַּיהוָה,
וְלֹא עָנָהוּ יְהוָה--גַּם בַּחֲלֹמוֹת גַּם בָּאוּרִים, גַּם
בַּנְּבִיאִם. וַיֹּאמֶר שָׁאוּל לַעֲבָדָיו, בַּקְּשׁוּ-לִי אֵשֶׁת
בַּעֲלַת-אוֹב, וְאֵלְכָה אֵלֶיהָ, וְאֶדְרְשָׁה-בָּהּ; וַיֹּאמְרוּ עֲבָדָיו
אֵלָיו, הִנֵּה אֵשֶׁת בַּעֲלַת-אוֹב בְּעֵין דּוֹר."
«Ya Samuel era
muerto, y todo Israel lo había
lamentado, y le habían sepultado en
Ramá, en su ciudad. Y Saúl
había echado de la tierra los
encantadores y adivinos. Pues
cuando los filisteos se juntaron,
vinieron y asentaron campamento en
Sunem; y Saúl juntó a todo
Israel, y asentaron campamento en Gilboa.
Y cuando vio Saúl el
campamento de los filisteos, temió, y se
turbó su corazón en gran
manera. Y consultó Saúl al
SEÑOR; pero el SEÑOR no le
respondió, ni por sueños,
ni por Urim, ni
por profetas. Entonces Saúl
dijo a sus criados:
"Buscadme alguna mujer que
tenga espíritu de pitón,
para que yo vaya a
ella, y por medio de ella
pregunte". Y sus criados le
respondieron: "He aquí hay una
mujer en Endor".»
Cuando Samuel
murió, el rey Saúl carecía
de un profeta que le pudiera
ayudar a hablar con Dios.
Saúl estaba ocupado con la
persecución de David en aquellos días.
Decidió echar a todos los
médiums de la tierra de Israel, en su
carácter de Rey que acata
las órdenes de Dios según se
menciona en el siguiente
pasaje:
" אַל-תִּפְנוּ
אֶל-הָאֹבֹת וְאֶל-הַיִּדְּעֹנִים,
אַל-תְּבַקְשׁוּ לְטָמְאָה
בָהֶם: אֲנִי, יְהוָה
אֱלֹהֵיכֶם. "
«No os
volváis a los encantadores y a los
adivinos; Yo soy el SEÑOR
vuestro Dios.» (Levítico
19:31)
Si hay un solo
Dios, él debería darnos
respuestas si no las
encontramos. En aquella época,
había profetas y sacerdotes
que podían haber ayudado al
Rey y a su pueblo a deshacerse de las
guerras. Saúl temía tanto a
los filisteos que necesitaba
una respuesta. Al no hallar la
respuesta, después de no cumplir con lo
que el Señor le había
ordenado con respecto a los amalecitas,
también olvidó los
mandamientos:
"וְהַנֶּפֶשׁ,
אֲשֶׁר תִּפְנֶה אֶל-הָאֹבֹת
וְאֶל-הַיִּדְּעֹנִים, לִזְנֹת,
אַחֲרֵיהֶם--וְנָתַתִּי אֶת-פָּנַי
בַּנֶּפֶשׁ הַהִוא, וְהִכְרַתִּי
אֹתוֹ מִקֶּרֶב עַמּוֹ.
"
«Y la persona que
atendiere a encantadores o adivinos,
para prostituirse tras de
ellos, yo pondré mi rostro
contra la tal persona, y la cortaré de
entre su pueblo.» (Levítico
20:6)
" וְאִישׁ
אוֹ-אִשָּׁה,
כִּי-יִהְיֶה
בָהֶם אוֹב אוֹ
יִדְּעֹנִי--מוֹת
יוּמָתוּ;
בָּאֶבֶן
יִרְגְּמוּ
אֹתָם,
דְּמֵיהֶם בָּם. "
«Y el hombre o la
mujer en quienes hubiere
espíritu pitónico o de adivinación,
morirán; los apedrearán con piedras;
su sangre será sobre
ellos.» (Levítico 20:27)
Por
esta razón, recurrió al
médium y trajo a Samuel de entre los
muertos. Sintió tanta
tensión que su vida se
terminó, literalmente y físicamente,
esa misma noche. Manasés,
otro rey que gobernó
durante 55 años, probablemente
fue el más pecador, como se
describe en 2 Reyes 21:1-7:
" בֶּן-שְׁתֵּים
עֶשְׂרֵה שָׁנָה, מְנַשֶּׁה
בְמָלְכוֹ, וַחֲמִשִּׁים וְחָמֵשׁ
שָׁנָה, מָלַךְ בִּירוּשָׁלִָם;
וְשֵׁם אִמּוֹ, חֶפְצִי-בָהּ.
וַיַּעַשׂ הָרַע, בְּעֵינֵי יְהוָה--כְּתוֹעֲבֹת,
הַגּוֹיִם, אֲשֶׁר הוֹרִישׁ
יְהוָה, מִפְּנֵי בְּנֵי
יִשְׂרָאֵל. וַיָּשָׁב, וַיִּבֶן
אֶת-הַבָּמוֹת, אֲשֶׁר אִבַּד,
חִזְקִיָּהוּ אָבִיו; וַיָּקֶם
מִזְבְּחֹת לַבַּעַל, וַיַּעַשׂ
אֲשֵׁרָה כַּאֲשֶׁר עָשָׂה
אַחְאָב מֶלֶךְ יִשְׂרָאֵל,
וַיִּשְׁתַּחוּ לְכָל-צְבָא הַשָּׁמַיִם,
וַיַּעֲבֹד אֹתָם. וּבָנָה
מִזְבְּחֹת, בְּבֵית יְהוָה,
אֲשֶׁר אָמַר יְהוָה,
בִּירוּשָׁלִַם אָשִׂים אֶת-שְׁמִי.
וַיִּבֶן מִזְבְּחוֹת, לְכָל-צְבָא
הַשָּׁמָיִם, בִּשְׁתֵּי, חַצְרוֹת
בֵּית-יְהוָה. וְהֶעֱבִיר אֶת-בְּנוֹ,
בָּאֵשׁ, וְעוֹנֵן וְנִחֵשׁ,
וְעָשָׂה אוֹב
וְיִדְּעֹנִים: הִרְבָּה, לַעֲשׂוֹת
הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה--לְהַכְעִיס.
וַיָּשֶׂם אֶת-פֶּסֶל הָאֲשֵׁרָה
אֲשֶׁר עָשָׂה--בַּבַּיִת, אֲשֶׁר
אָמַר יְהוָה אֶל-דָּוִד
וְאֶל-שְׁלֹמֹה בְנוֹ, בַּבַּיִת
הַזֶּה וּבִירוּשָׁלִַם אֲשֶׁר
בָּחַרְתִּי מִכֹּל שִׁבְטֵי
יִשְׂרָאֵל, אָשִׂים אֶת-שְׁמִי
לְעוֹלָם"
«De doce
años era Manasés cuando
comenzó a reinar, y reinó en
Jerusalén cincuenta y cinco
años; el nombre de su madre
fue Hepsiba. E hizo lo malo
en ojos del SEÑOR, según las
abominaciones de los gentiles que el
SEÑOR había echado delante
de los hijos de Israel. Porque él
volvió a edificar los altos que
Ezequías su padre había
derribado, y levantó altares a Baal, e
hizo una Asherah, como
había hecho Acab rey de
Israel; y adoró a todo el ejército del
cielo, y sirvió a aquellas
cosas. Asimismo edificó
altares en la Casa del SEÑOR, de la cual
el SEÑOR había dicho: "Yo
pondré mi nombre en Jerusalén". Y
edificó altares para todo el
ejército del cielo en los dos atrios de
la casa del SEÑOR. Y pasó a su
hijo por fuego, y miró en
tiempos, y fue agorero, e
instituyó pitones y adivinos, y
multiplicó a hacer lo malo en
ojos del SEÑOR, para
provocarlo a ira. Y puso
una imagen tallada de
Asherah que él había
hecho, en la Casa de la cual había el
SEÑOR dicho a David y a Salomón
su hijo: "Yo pondré mi
nombre perpetuamente en esta Casa, y en
Jerusalén, a la cual escogí de
todas las tribus de Israel".»
Uno de los
pecados que cometió fue
recurrir a médiums, al igual
que Saúl. Sin embargo, el libro de
las Crónicas nos cuenta cómo
Manasés se arrepintió y buscó la
respuesta con la ayuda de Dios y no
por medio de un ritual que
este prohibía. (Ver 2
Crónicas 33:11-13)
Cuando no
tenemos una respuesta para
superar una dificultad, esto
no significa que no exista
una respuesta. Tenemos que
buscarla, por más que
lleve tiempo. Este es
uno de los significados de nuestra
vida: hacer preguntas y
buscar respuestas.
Que
tengan una excelente semana,
Eli
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